ENVASES DEL VINO A TRAVÉS DE LA HISTORIA

Las botellas de vidrio nos permiten desde hace cientos de años almacenar, madurar y comercializar el vino pero en la antigüedad no siempre se utilizó este material tan versátil. ¿Cómo es que las botellas de vidrio llegaron a ser el recipiente ideal ? Hagamos un recorrido fugaz a través de la historia y conozcamos los envases que han contenido este elixir de vida a través del tiempo. 


El vino a acompañado al hombre desde su nacimiento, las primeras evidencias del cultivo de la vid se remontan entre 4.000 y 6.000 años antes de cristo, los primeros cultivos son hallados en Mesopotamia entre el Tigris y el Eúfrates, el vino era fundamental para las ceremonias de los pueblos que allí vivieron. Los primeros recipientes que contuvieron el vino eran hechos de barro, terracota, madera y cerámica, Muchas de estas tinajas se sellaban una vez concluida la fermentación de los vinos 




A partir de los siglos V y IV antes de cristo, creció la demanda del vino y hubo un aumento en el cultivo de la vid, la producción de vino así como en la fabricación de ánforas para contenerlo, en las civilizaciones romana y griega las ánforas de arcilla fueron el recipiente para contener el vino más extendido durante siglos. 

Los envases de vidrio son también muy antiguos, hace 3.500 años ya los utilizaba el pueblo egipcio para contener líquidos preciados para ellos como perfumes, a ellos se les atribuye su descubrimiento, las primeras botellas de las que hay constancia fueron de calabaza aunque también se fabricaban de piel de cabra; egipcios y griegos transportaban el vino en ellas, dejando como cuello la parte de la pata una vez desalojada la pezuña.

 

 




Las propiedades del vidrio hicieron que fuera abandonándose la madera e incluso la arcilla como elementos que pudieran estar en contacto con los licores. No obstante es a partir del siglo XII en donde alcanza su desarrollo y se generaliza su fabricación, aun no se extendía al uso cotidiano ya que era un material costoso y resultaba un lujo que pocos podían permitirse, en realidad el vidrio es el resultado de siglos de avance que se inician en el siglo XIII cuando en Venecia se comienza a estudiar la composición y manipulación de este material. Posteriormente, con la aparición del Champagne y los vinos espumosos, las propias necesidades de estos vinos obligaron a mejorar la técnica y fabricar botellas que pudiesen resistir la presión del gas carbónico, con lo que se empezaron a fabricar botellas más gruesas y de diferentes formas. A comienzos del siglo XVIII se empezaron a construir botellas más alargadas. En aquellos tiempos todavía no se filtraba el vidrio, y sus impurezas hacían que fuesen de color verde o incluso oscuras lo que, por otro lado, favorecía la conservación del vino al permitir la entrada de menos luz, es aquí en donde las botellas de vidrio empezaron a experimentar un desarrollo espectacular unido estrechamente al descubrimiento del champagne y la aparición de los tapones corcho. 

Aun no existía la tecnología para fabricarlas exactamente iguales, simplemente se consideraba un peso razonable para transportarla en la mano por una persona así que, descontando el líquido, las botellas de la época tenían una capacidad variable entre 700 y 800 ml. Según LA HISTORIA DE LOS UTENSILIOS DEL VINO que firma el reconocido catador y escritor José Peñin es a Sir Kenelm Digby a quien se le atribuye la primera botella de vino moderna. 

Hasta principios del siglo XIX, la industria botellera había permanecido inalterable, anclada en técnicas del pasado, no fue sino hasta 1821 cuando H. Ricketts & Co. Glass Works Bristol patentó el método de elaborar botellas de vidrio de forma mecánica, es así como nace la botella de vino que hoy en día vemos en los supermercados. En 1970 a través de un tratado internacional, se estableció la medida de 750 ml para el comercio del vino.

 

Tipos y Tamaños


En la actualidad hay multitud de formas y tamaños, en cuanto a su forma describiré a continuación las  mas comunes.  

  • Burdeos-Bordalesa: De forma cilíndrica, con hombros marcados y fondo cóncavo, es una de las más clásicas y toma su nombre de la zona de Burdeos (Francia). Se encuentra en varios colores y se usa para tintos y blancos. 
  • Rhin: Se utiliza para ciertos vinos blancos y rosados. De origen alemán, es alta, estilizada y casi no tiene hombros. Su cuello es largo y esbelto y su vidrio más característico es de color caramelo. 
  • Borgoña: Esta vasija de origen francés, es cilíndrica, tiene hombros caídos y un formato ancho que es utilizado tradicionalmente para los tintos. Se dice que es la botella más antigua de vino. 
  • Jerez-Jerezana: Típicamente española y muy utilizada para los vinos de Jerez andaluces y licorosos portugueses, esta botella cuenta con un vidrio de color oscuro - casi negro - y tiene un gollete bien pronunciado.
  • Cava-Champagne: parecida a la botella borgoñesa. Ésta presenta unas paredes más gruesas para soportar la presión (burbujas) de los vinos espumosos.
  • Franconia: toma nombre de la denominación de una comarca vinícola de Alemania. Botella de forma aplanada y contorno más redondeado del habitual.
Otro aspecto importante es el color de las botellas, normalmente son tonos oscuros, verde, marrón o transparente, esto depende principalmente del tipo de vino, tinto, blanco, va en función del vino. Por ejemplo, para vinos que van a envejecer en botella, se usan colores oscuros, así se protegen de la luz. Para vinos blancos jóvenes se usan botellas transparentes, son vinos que se van a consumir en uno o dos años y así puede apreciarse su color. Aunque esto puede ser muy variable.


En cuanto a su tamaño su clasificación es la siguiente:

 

·  Piccolo o Benjamín (187,5 ml). Es la cuarta parte de una botella estándar y da para una copa.

·   Media botella (375 ml). Es la mitad de la botella estándar. Se encuentran fácilmente en supermercados en packs de 3 unidades.

·   Estándar (750 ml). Es el tamaño más popular tanto en hostelería como en tiendas al por menor.

·   Magnum (1,5 l). Equivale a 2 botellas estándar y es un formato que se puede encontrar en muchos restaurantes.

·    Jeroboam (3 l). Equivale a 4 botellas estándar.

·    Rehoboam (4,5 l). El equivalente a seis botellas estándar.

·    Matusalem (6 l). Equivale a 8 botellas estándar.

·    Salmanazar (9 l). Equivale a una caja de vino.

·    Baltasar (12 l) . Son dos  Matusalem o 16 estándar.

·    Nabucodonosor (15 l). Es decir, 20 botellas estándar.

·    Melchor o Solomon (18 l). Equivale a 2 cajas de vino.

·   Sovereign (25 l). Es el formato más raro, porque es el único que no es múltiplo de la botella estándar. Este equivale a 33 botellas y un tercio.

·   Primat (25 l). Equivale a 36 botellas o, lo que es lo mismo, 3 cajas.

 

  

Para ustedes,

 

Diana Rivero

 


 

 

 


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